Quedan muy pocos días para la inauguración de la exposición de realidad aumentada y arte Never Gone Forever. Será en Gallo Rojo, en la calle Viriato 9, Sevilla
El app Android de Never Gone Forever toma sentido al ser usada en presencia de las pinturas sobre las que la realidad aumentada se despliega. Aconsejo, si vas a ir el próximo 13 de mayo a ver la exposición y no quieres gastar unos 20MB de tu tarifa de datos, que descargues el app desde casa, usando tu conexión de internet wi-fi (o la de tu vecino). Puedes descargar gratis el app desde Google Play.
Si por cualquier motivo no puedes asistir a la exposición, puedes simular el efecto de la realidad híbrida que se produce al ejecutar la aplicación apuntando a las obras físicas haciendo lo propio usando reproducciones, escaneando la pantalla directamente con el móvil tras abrir las imágenes, como en la siguiente ilustración:

Para facilitar a quienes estén lejos el simular la experiencia, pueden escanear todas las obras que forman parte de Never Gone Forever en esta misma página (La totalidad de las obras serán subidas una vez termine la exposición).
Realidad aumentada y arte; cómo funciona
La aplicación consta de tres comportamientos básicos:
- El comportamiento principal consiste en que cada pintura tiene una mitad invisible que se superpone a la pintura. Este es un comportamiento similar al app de mi otro proyecto de realidad aumentada y arte, Pintura Aumentada, con la diferencia primordial de que en esta ocasión los elementos pueden ser modificados por el espectador, que podrá moverlos y rotarlos de forma individual. Si el espectador consigue apuntar a varias pinturas a la vez, podrá manipular todos los elementos virtuales asociados a cada pintura física, podrá jugar a crear sus propias composiciones.
- La obra La notificación, por el contrario, desarrolla, en su versión aumentada, una narrativa menos libre. Cada pocos segundos aparecerá de la nada una imagen, un fragmento de memoria, y el espectador deberá de intentar deshacerse de ese recuerdo, metiéndolo en la bolsa de basura que el personaje sostiene. Una vez que esto sucede, el fragmento de memoria se multiplica y empieza a emanar de forma aleatoria desde el móvil de la protagonista de la pintura. Con este símil pretendo enfatizar la permanencia de la memoria en la red, y la forma en que el contenido se crea, se distribuye y nunca, nunca, se destruye. Esta paradoja de nuestro tiempo es la que da el título Never Gone Forever a la exposición.
- Para intentar que la interacción entre realidad aumentada y arte no se desvanezca en el olvido pasado el momento de la exposición, el app tiene habilitado un sistema para realizar una captura de pantalla y compartir la imagen en cualquier momento en redes sociales. Así, el espectador se convierte en creador y difusor, poniendo en circulación imágenes que, tal y como hemos descrito, nacen, se reproducen, pero nunca mueren. Never Gone Forever.
Es un app, en resumen, relativamente sencilla para un programador de software. Todo el trabajo de programación y publicación ha sido realizado por el propio autor durante un período de 1 mes, dedicando 1 o 2 horas al día de media, es por eso por lo que el app de Never Gone Forever no es, digamos, una creación central a la propia trayectoria. La idea es que esta experiencia sirva como un escalón más de cara a realizar, cuando las condiciones lo permitan, un proyecto de programación de software y arte más ambicioso y extenso, un programa que tenga, como en un video-juego, la capacidad de extender la experiencia de su uso en el tiempo de forma indefinida.