Este artículo describe la experiencia de dar otra vuelta al círculo virtuoso producido al mezclar pintura e Inteligencia Artificial. Si no conoces dicha metodología, te recomiendo encarecidamente que leas el artículo anterior.
Dicho artículo termina con la generación, por parte de una red neuronal, de las siguientes imágenes. Recordemos que parten de una pintura creada por un humano, que a su vez partió de otra generación de una red neuronal, que a su vez partía de una pintura del autor.

Para crear nuevas pinturas basadas en las últimas generaciones se han tomado algunas decisiones estéticas. Se ha decidido, dado que en las imágenes creadas por la red neuronal predominan los colores fríos y oscuros, optar por imprimar con naranja fluorescente. De esta manera abrimos la paleta cromática y tenemos más posibilidades con respecto al color.
Así, dada la primera imagen generada, se está trabajando en la siguiente obra. La imagen corresponde al momento en el que se escriben estas lineas.

Dada la segunda imagen generada, se está trabajando en esta otra obra. La imagen corresponde al momento en el que se escriben estas lineas.

Llegados a este punto, no me resisto a volver a generar con la red neuronal otro lote de imágenes, partiendo de las pinturas arriba ilustradas. Estos son los resultados de una y otra generación


Insisto en la idea de círculo virtuoso creativo gracias a la inteligencia artificial. Atención a la cantidad de posibilidades nuevas que podemos obtener con muy poco esfuerzo.
Creo que es muy interesante observar cómo la mayoría de los referentes semánticos cambian considerablemente en cada generación, pero de alguna manera parecen conservarse cuestiones relativas a la composición (direcciones, pesos, espacio). Los únicos referentes que parecen en su mayoría conservarse de generación en generación es la existencia de cuerpos humanoides vestidos con ropa..